La crisis madurescente: en el fondo del pozo -2-

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio. 

Octavio Paz
E. Hopper



Voy a dejar pasar seis meses para ahorraos las crisis de ansiedad de Dafne. Las patadas al aire y los brindis al sol. El pánico y la euforia por los que se atraviesa en situaciones de cambio radical.

Dafne rechazó la propuesta de su empresa, ganó el despido improcedente. Y con una indemnización que no respondía a los 25 años vividos en la empresa y un paro ridículo, comenzó a reinventar su vida.

Seis meses después ya no busca empleo, sabe que la discriminación por edad es mucho más cierta que otras como la edad o el sexo.

No quiero detenerme en las noches de insomnio y pesadillas en las que recuperó uno a uno todos los temores de la infancia..., el miedo a las tormentas, especialmente a los rayos. ¡Mal rayo te parta, Juan!, soñaba y despertaba sudada y con el vértigo que produce la culpabilidad recordando un día en el que soñó de niña que la odiada profesora de matemáticas se caía por un barranco y meses más tarde, apareció en clase con la pierna enyesada. ¡Culpable, culpable!


E. Hopper
No soportaba los espejos porque le devolvían su peor yo. Se replegó en sí misma de tal forma que una mañana de septiembre descubrió casi por casualidad que Manuel se había ido, que estaba sola en la inmensa casa familiar.

Recordaba como un eco lejano su voz diciéndole que no podía soportar más su ensimismamiento.

Sin trabajo, sin pareja, con los hijos lejos y a los que veía convertirse en adultos a través de Skype... Una buena tarde Dafne decidió salir a pasear, ventilar sus demonios trotando Ramblas abajo hacia el mar.


Diego Arias

El Mediterráneo es habitualmente un mar plácido, un camino, pero en otoño el viento de levante construye olas amarillas amenazadoras que suelen juntarse con la gota fría que inunda garajes y casas del Maresme.

Sola, frente a la playa del Somorrostro, Dafne se unió al rugido del mar y lloró y gritó, y entre sacudidas y puños en alto, juró como Scarlett O'Hara nunca más volver a lamentarse. Tenía la cara y la chaqueta empapados de agua salada, la misma agua de sus lágrimas, la misma agua que surcó Ulises en busca de su destino.

¿Dónde está mi Itaca?, pensaba Dafne. He perdido el norte, se dice a sí misma. Soy carne de psiquiatra, afirmaba con un tono melodramático.

Remontando hacia la parte alta de la ciudad, Dafne iba trazando un plan.


E. Hopper
Al llegar a casa, nido vacío, renunció a quitarse la sal del cuerpo e impregnada de olor a mar comenzó a escribir casi compulsivamente, vació hasta el último reproche, hasta el más pequeño de los rencores. Hueca y sin lastre, casi aérea, se fue a dormir. 

Mañana comienza el tercer capítulo, se dijo, mañana se acabaron las excusas, mañana "me pongo".


E. Hopper
Despertó febril y acatarrada. Un trancazo mayúsculo, ya no tenía edad para "bailar bajo la lluvia".

A mediodía se preparó un zumo de naranja y encendió el ordenador. Todos sus buenos propósitos de la noche anterior se habían esfumado, y sólo le apetecía cotillear un poquito.

Hacía meses que no entraba ni en Facebook, ni en LinkedIn... ¿qué habría sido de sus cuatro compañeros de destierro? ¿Estarían en el fondo del pozo como ella?



Probó con Raúl, su homónimo en la "otra" empresa: "En búsqueda activa de empleo" decía su perfil en LinkedIn y Dafne tuvo una cierta sensación de alivio... "en búsqueda" (estaba perdido) "activa" (sus contactos le habían dado la espalda) "de empleo" (más de 50 años y sin proyecto propio). ¡Exactamente como ella!


E Hopper

Y ¿qué habrá sido de Lourdes? Lourdes era en el momento de la fusión la responsable de grandes cuentas. Y en LinkedIn de nuevo: "Interim Manager" ¿Y eso qué es? Googleemos: Directivos interinos (!?) y en la Wikipedia: Interim management. Disposición temporal de recursos y habilidades de gestión. Asignación temporal de un ejecutivo senior interino para administrar un período de transición, de crisis o cambio dentro de una organización. Así que Lourdes era una ejecutiva temporal, ¡ETT, vaya! ¡Cosas veredes, Sancho!  


E. Hopper
¿Y Andrea? Ni rastro. Ni en LinkedIn, ni en Google..., borrada del mapa. ¡No es posible, si no apareces en Google, no existes!

Y Dafne no puede evitar llamar por teléfono a Rosa, su antigua compañera de trabajo. Es consciente entonces de que llamar por teléfono se ha convertido en un gesto poco habitual, ¿será por culpa de WhatsApp?

Después de informar a Rosa exhaustivamente de la huida de Manuel, los progresos de sus hijos y de lo "maravillosamente" que se siente, no vaya a ser que Rosa intente profundizar en su estado de ánimo..., Rosa le cuenta que Andrea sigue en la empresa, fue la única que aceptó la propuesta de Juan. Ahora introduce datos en el sistema, ocho horas tecleando frente a una pantalla de ordenador nombres y cifras, con menos categoría y menos sueldo que antes, pero con trabajo.


E.Hopper

¡Ahora entiendo por qué se oculta!, piensa Dafne, estamos rodeados de empleados "venidos a menos": menos responsabilidad, menos sueldo, más trabajo y más monotonía. Dafne experimenta de nuevo un extraño sentimiento: ¡No envidia a Andrea!, respira hondo y se siente algo mejor.

Sólo queda Pedro y de nuevo... la sorpresa. En LinkedIn lee:
Owner de COTALENTSENIOR, apoyo a transiciones laborales de mayores de 45.
¿Transiciones laborales? Y aparece una web, una página en facebook, un usuario en Twitter...


E. Hopper
Dafne pasa la tarde indagando en qué consiste la nueva actividad de Pedro. 

Pero esto es material del próximo capítulo de la revolución madurescente de Dafne.






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