El yo cuantificable, ¿el futuro del aprendizaje?

Hacia el "transhumanismo", Big data personal: herramientas para la evaluación humana

En la foto: Pep Bou
Estuve en Madrid el jueves pasado. Me gusta mucho más el tren que el avión. García Marquez decía que en avión llega antes el cuerpo que el alma. En tren es mayor la sensación de "tránsito", por rápido que vaya, tienes conciencia del cambio de paisaje, clima, arquitecturas... y al llegar sabes bien que estás en "otro sitio".

En el AVE, pues, destino Madrid, me permito dos horas y media de "pensamiento contemplativo" para provocar, como también me sucede en la ducha, chispas en mi imaginación, un avance épico de la mente en busca de nuevas respuestas, la comprensión repentina de un problema que hasta ese momento me perseguía sin solución, en fin, dejo libre mi mente que se convierte en una auténtica olla de grillos hasta que salta la chispa buscando lo que los anglosajones llaman "epiphany experience", el "eureka" de los griegos.

Esa "corriente de conciencia", esa colección sin interrupciones ni trabas de pensamientos e ideas me lleva primero a silenciar mi smartphone, de ahí, a sorprenderme porque esta mañana al salir de casa, Google a través del móvil me ha indicado que en 45 minutos salía mi tren, supongo que porque tengo la hora de partida introducida en mi Google Calendar..., hasta abrir mi libreta amarilla y empezar a escribir sobre los cambios radicales en la gestión de la información que consumo diariamente.

Porque está claro que yo no soy la mejor experta en mí misma, en realidad sé muy poco sobre mí y sospecho que Google es en este momento el mayor experto mundial en Laura Rosillo.

La Internet Social y la de las Cosas está reuniendo información acerca de nosotros mismos en forma que nunca pensamos que fuera posible.

No sólo pueden controlar la cantidad de alimentos que consumo (con aplicaciones que cuentan las calorías como FatSecret), la calidad del aire que respiro (Visibility), minuto a minuto mi actividad cotidiana, sino que Internet sabe a través de mi historial en buscadores, la información que consulto, conoce mi estado de ánimo siguiéndome la pista a través de la música que escucho, mi nivel de interacción y compromiso con socios y clientes a través de mi correo electrónico, mis calendarios y documentos compartidos, mis conversaciones en las redes sociales.


De nuevo en pie y de frente

No sólo controla el input y el output de mi cuerpo y de mi mente, sino el contexto en el que existo.

Mi vida es medible, auditable, evaluable... La tecnología se dirige hacia el "yo cuantificable", construido por la vasta y medible esfera de la información que me rodea.

¿Cómo puedo revertir en mi favor ese control y conocimiento sobre mi persona que ya ejerce, por ejemplo, Google y que parece inevitable?  

En realidad Google ya está en ello, su motor de búsqueda intenta devolvernos la respuesta que cree más adecuada para nuestro universo de consultas recurrentes, espacios por los que transitamos a menudo, entornos web que frecuentamos.

Si podemos medir, como lo hace Google Trends, Google Analytics o la publicidad en Facebook, nuestros hábitos de consumo, podemos conocer nuestros puntos fuertes en materia de conocimiento y nuestros gaps en materia de aprendizaje. 

Analizando nuestro historial de navegación podemos trazarnos un plan de mejora continua personal, un EPA (Entorno Personal de Aprendizaje) que contenga las recomendaciones que, Google, Coursera, Facebook y todas las aplicaciones móviles que contienen planes de mejora personal..., pueden aportarnos.

Muchas de estas herramientas pueden convertirse en herramientas de evaluación humana que nos ayuden en nuestro proceso de desarrollo personal y profesional continuo.

Son pensamientos locos en el AVE, lluvia de ideas que remite más a la ciencia ficción que al presente, o tal vez no, tal vez ya existe la posibilidad de utilizar toda la información que sobre nosotros existe en Internet y usarla en nuestro favor.

Seguramente la posibilidad de analizar la información que configura nuestro entorno, nuestro"Big Data" puede convertirse en una nueva profesión, un nuevo proyecto, una nueva industria, un nuevo negocio de evaluación humana a través del chequeo de mis atributos (mis aportaciones) y mis características (hábitos de navegación) personales. Una empresa que trabaje el "Big Data" personal, que construya mi "yo cuantificable" para poder tomar decisiones sobre mi futuro profesional y personal a partir del análisis de datos. 

Puede horrorizarnos o entusiasmarnos la posibilidad más que real de que podamos medir el "yo", pero las ideas surgidas del "pensamiento contemplativo" que permite un viaje en AVE, suelen ser el germen de un post como éste.


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