La muerte de la tele

El sábado cené con Merche y Josep. Sabrosa y sanísima la cena (estoy a régimen) y estupenda charla de sobremesa.
Internet es fragmentario. Impide profundizar en ningún tema. La navegación por definición supone saltar de un tema a otro y es casi imposible reconstruir el itinerario hacia atrás. ¿Qué me ha traído hasta aquí?
Hace falta una voluntad de hierro para seguir el hilo de un tema sin apartarse del camino.

Estamos condenados a la dispersión y el multicanal. Los adolescentes miran series en el ordenador y alternativamente chatean en Facebook. Muchos de sus padres seleccionan cuidadosamente delante de qué programa  de tv se van a quedar dormidos cada noche.

Los canales se parodian entre sí: La Sexta a TV5, TV3 a las privadas y todas las cadenas a Intereconomía, en un "mirarse el ombligo" que acaba aburriendo.

La batalla por la audiencia finalmente se reduce a una única estrategia común y por lo tanto inútil: casquería, gritos, faltas de respeto e insultos y exaltación de la ignorancia.

Pareciera que están cavando su propia tumba.

Comentarios

  1. Para nosotros, la compañía fue muy grata y la sobremesa muy interesante... ¡como no!
    De acuerdo con las estrategias que utiliza la televisión para captar audiencia, pero el gran dilema lo veo en el criterio del que utiliza el canal, sea la televisión (mirando la programaciñon, consigo ver sólo lo que me interesa y, cosas interesantes, las hay) o en cualquier otro (radio, internet, etc). Porque, por lo que oigo a mi alrededor, mucha gente busca y comparte en internet cosas de características similares a las que comentas en la TV.
    Así que ahí está nuestro reto: ¿cómo ayudamos a las futuras generaciones a tener criterio?

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